Los vallados de poste y cuerda son una solución económica e integrada para ordenar el uso de los espacios en grandes zonas donde se requiere regular el paso de las personas. Es muy frecuente utilizar vallas de poste y cuerda para limitar dunas litorales, confinar marismas y para señalizar caminos en parques naturales.
Como siempre, son numerosas las configuraciones que podemos proponeros variando la altura, los postes, la distancia entre los mismos, el número de cuerdas y su tamaño. En Fitor-vallas hemos referenciado 6 tipos distintos, todos de una altura de entre 0,9 y 1.1m, una o dos cuerdas de 12mm y postes cada 3m.
La cuerda que os proponemos para estas vallas es de una cuerda trenzada de nilón regenerado. El nilón regenerado tiene un aspecto bastante natural (parecido al algodón) y aguanta bien la intemperie (contrariamente al algodón o la rafia).
La instalación de vallados en grandes superficies de arena suele hacerse mediante el hincado de los postes directamente al suelo, por ello todas las vallas de poste y cuerda los ofrecemos con punta (estacas de madera). En función de lo compacta que sea la arena debéis de prever más o menos profundidad de hincado. A nivel orientativo podemos indicar que 0.6m es una profundidad habitual. Los postes para pasar la cuerda incluidos en nuestras vallas se sirven con los taladros necesarios.
Veréis muchas aplicaciones de la valla en la mayoría de arenales atlánticos y mediterráneos, en espacios donde la administración ha apostado por la recuperación y conservación de frágiles ecosistemas litorales.